Las leyendas de Oaxaca son tan misteriosas y ambiguas que viajeros de todas partes del mundo llegan a nuestro estado para documentar gran parte de estas historias.
Los principales mitos narran eventos paranormales que destacan por su prosa y expresividad. Entre ellas destacan “El callejón del muerto”, “El cerro de la vieja de Oaxaca” y “La princesa Donají”.
Estas historias, al ser parte de las tradiciones de Oaxaca, también enriquecen el gran potencial turístico de la región. ¿Quieres conocer alguna de las mejores historias oaxaqueñas? ¡Entonces quédate con nosotros!
El callejón de muerto
Una leyenda muy conocida en Oaxaca es el callejón del muerto. Este misterioso evento ocurrió en una calle conocida como “2 de abril”. Era una época sin luz eléctrica en las que las calles eran custodiadas por hombres que alumbraban las calles como medida de seguridad.
Estos hombres eran conocidos como “serenos”. Una noche, uno de los serenos corre despavorido y se refugia en la iglesia del párroco. En el confesionario le cuenta al sacerdote del pueblo que había visto a un hombre apuñalado morir lentamente en el asfalto.
Impactado, el sacerdote decide salir junto al sereno hasta el callejón. Allí, en medio de la oscuridad, encuentran al hombre moribundo. Agonizando, el hombre termina confesándose sólo para que el sacerdote diera la absolución.
Hecho esto, el herido cae muerto y cuando el párroco se dirige hacia al sereno, descubre que este ya no se encuentra y que sólo queda su farol. Aturdido, el religioso toma la lámpara y la acerca hacia el muerto.
Un grito despavorido sale de su garganta cuando se da cuenta de que el sereno yacía en el suelo. Asombrado, corre hacia a la iglesia y al llegar al confesionario descubre que ha perdido la audición del oído por el cual escuchó la confesión del moribundo.
La leyenda de la princesa Donají
La historia de la princesa Donají (alma grande) empieza con la guerra de los pueblos zapoteca y mixteca. Siendo la hija de los reyes de la tribu zapoteca, Donají crecía en medio de un conflicto sociopolítico en donde su belleza, irónicamente, florecía pese a la devastación.
Si bien existen muchas versiones de la misma historia, una de las más populares relata los momentos que Donají vivió junto a Nucano (fuego grande), el joven príncipe de los mixtecas.
En una batalla entre ambas tribuos, Donají restaca a Nucano al quedar herido y lo esconde en su habitación para curarlo. Durante ese tiempo, tanto el príncipe como la princesa terminan simpatizando y dialogando sobre sus conflictos.
Pero la guerra continuaba y a pesar de las heridas, el príncipe necesitaba volver. Acto seguido, Nucano le pide a la joven princesa que lo deje libre y ella, quien sabía sobre responsabilidades, le permitió irse.
El pueblo mixteco, al ver nuevamente a su líder, recupera la confianza en la causa y terminan ganando ventaja. Los mixtecos obligan al rey Cosijoeza a abandonar Zaachila y los zapotecas terminan siendo subordinados.
Las negociaciones de paz terminan, pero Nucano lejos de confiar en el rey zapoteca, pide a la princesa Donají como parte del decreto de paz. Sin más opciones, el rey accede y Donají es llevada al Monte Albán.
Pero, Donají arrepentida, concluye que para volver a casa debe revivir la guerra de algún modo u otro. De este modo, la princesa envía un mensaje con una criada a Zaachila en donde pide atacar al anochecer para poder escapar en el momento oportuno.
La batalla toma por sorpresa a los mixtecos y muchos perecen en el asedio. Sin embargo, cuando la princesa intenta escapar de la torre, los guardias se dan cuenta del plan y toman nuevamente como prisionera.
A orillas del río Atoyac, Donají es decapitada y enterrada cerca del lugar. Con los años, un pastor encuentra un hermoso lirio que nace en los márgenes del valle.
Al captar su atención, el pastor decide tomarlo pero se da cuenta de que el lirio había nacido de una cabeza humana. Era Donají, quien si degradarse, parecía estar dormida bajo la tierra.
En la actualidad, la flor naciente de Donají sigue intacta en el escudo de Oaxaca en honor a la princesa que murió por su pueblo. Nucano, por su parte, jamás dejó de lamentar la muerte de la princesa y también con honor se hace cargo del pueblo de la que un día fue el alma grande de los zapotecas.
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La leyenda de la Isla del Gallo
En la laguna de San José Manialtepec se ubica la Isla del Gallo, una extensión de tierra, árboles y flora acuática. Como la laguna es una zona llena de manglares en los que se pueden encontrar camarones, cangrejos y otros animales, es común también encontrar cocodrilos.
La leyenda cuenta la historia de un experto cazador de cocodrilos. El cazador tenía un gallo muy peculiar y antes de irse de cacería, el gallo lo despedía con su canto.
Un día, en vísperas de navidad, el cazador pierde la batalla contra un gran cocodrilo, quien lo devora luego de una extenuante lucha entre lanzas, red y colmillos.
Desde ese día, el gallo se queda esperando el regreso de su amo hasta que muere solo y hambriento. Desde entonces, los pescadores aseguran que cada nochebuena a las 12 am un gallo canta de manera desolada y misteriosa.
El enigmático cantar se convirtió en leyenda y con los años, el islote pasó a ser conocido como “La Isla del Gallo”. Un hermoso lugar lleno de vida, pero también de misterios.
El cerro de la vieja de Oaxaca
Hace años el municipio San Pedro Mixtepec era un lugar propio de la cacería. Cuenta la leyenda que un grupo de cazadores caminaban por el lugar cuando de repente, frente a una roca, visualizaron el dibujo de una hermosa mujer india.
Al lado de la piedra también se visualizaba una interesante cantidad de plomo. Los cazadores se repartieron el plomo y siguieron contemplando la belleza d la mujer dibujada en la gran roca.
El rumor sobre el dibujo llegó a la comunidad y con el pasar de los días, hombres y más hombres se acercaban a la roca para encontrar metal y apreciar el dibujo de la exuberante india.
Sin embargo, muchos regresaban decepcionados al no encontrar rastros de la asombrosa mujer. Pero, un día, los cazadores se dan cuenta de que de cada tres grupos de hombres sólo regresaban dos que afirmaban no haber visto el dibujo.
Con el tiempo, las desaparecieron fueron atribuidas al dibujo en la piedra. Cuenta los pobladores que el dibujo se desprendía de la roca para perseguir a los hombres hasta hacerles perder la cordura y la noción del tiempo.
Desde entonces, al antiguo cerro se le conoce como “El cerro de la vieja de Oaxaca”. Un lugar prospero pero llenos de misterios emocionantes e inverosímiles.
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