Entre las antiguas construcciones de la colonia Roma, Ciudad de México, existe una muy peculiar que sobresale por su aspecto macabro y sombrío, cuyo pasado ha sido marcado por la muerte, y su presente por una leyenda negra, que afirma que esta casa esta embrujada.
El comienzo de esta historia se remonta al año 1935, cuando el lugar fungió como un refugio para enfermos de tifoidea, los vecinos temerosos por considerar esa enfermedad como algo demoníaco, decidieron sellar todas las salidas de la casa con todos los enfermos, doctores y enfermeras adentro, para posteriormente prenderle fuego la casa, condenado a los inocentes a perder la vida de una forma terrible.
A pesar de este oscuro episodio, la casa siguió en pie y años más tarde fue adquirida por el señor Mondragón, quien la habitó junto a su esposa y sus tres hijos. Sin embargo poco duró su felicidad, pues ya una maldición se había asentado en su hogar, y un funesto día, la familia Mondragón amaneció sin vida sin explicación alguna.
Desde entonces la casa negra, pasó a ser propiedad del gobierno para no ser habitada nunca más, y no por que sea imposible entrar, sino por los espíritus que habitan dentro de esas deterioradas paredes, que tanto dolor guardan, pues los vecinos y comerciantes de la zona, aseguran que al pasar las 10 de la noche, los difuntos vuelven a la vida dentro de la casa. Pues misteriosas voces y desgarradores lamentos de ultratumba emanan desde el interior.
Curiosos y vagabundos que han intentado pasar una noche entera en la casa, cuentan que ha sido la experiencia más aterradora que han vivido, pues relatan que además de los escalofriantes gritos, las puertas se empiezan a azotar una y otra vez, y los valientes que no salen corriendo, son empujados por las heladas manos de fantasmas hasta la puerta. Seguramente son las infortunadas almas, tratando de que nadie más sufra esa horrible muerte, aquella de la cual ellos no pudieron escapar.
¿Y tu te atreverías a entrar?
Atte. Edy Doo
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