En la década de los ochenta se crearon misteriosas construcciones en Ciudad Obregón, Sonora, se les llamó criptas satánicas y fueron creadas por un peculiar hombre que adoraba a Satanás, por lo que construyó las cinco edificaciones para llevar a cabo rituales y sacrificios satánicos para su dios.
El seguidor del maligno trabajaba en el seguro social, siempre vestía de negro y traía en su hebilla del cinturón el rostro de Satanás, se enamoró de una enfermera a quien le regaló una biblia satánica, aunque no sabe que pasó con la mujer, se dice que su vida se vino abajo después de leer la palabra del diablo. Este hombre también le mandó construir un castillo en la colonia Faustino al rey de las tinieblas, pero nunca lo terminó debido a su repentina muerte.
Donde si alcanzó a predicar fue en las criptas, aunque no se sabe exactamente el uso de cada una de las edificaciones por su extraña e inusual estructura, cada una de ellas tiene picos en forma de lanza y los techos en forma de cono. En una de las criptas hay una resbaladilla, es ahí donde se hacían los sacrificios humanos y animales, la sangre caía hacia la tierra del lado donde sale el sol, simbolizando que la sangre mancha el sol, es decir la oscuridad opaca la luz.
Personas que pasan por el lugar aseguran que se siente una escalofriante atmosfera debido a la maldad que ha existido en esas tierras a lo largo de las décadas, se pueden escuchar cantos y lamentos por las noches, que emanan desde la desolada propiedad. En la actualidad se siguen practicando rituales diabólicos y magia negra, pues hay testigos que han visto satánicos bailar alrededor de una fogata en el centro de las criptas.
Hay que tener cuidado si se planea visitar el lugar, pues se cuenta que en las criptas se puede encontrar con Satanás.
Atte. Edy Doo
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