
Cuando las personas mueren de una forma inesperada, suelen dejar asuntos pendientes y su alma se queda atrapada en nuestro mundo esperando encontrar aquello que tanto buscan, como es en el caso de los muertos fuereños en Tabasco.
A mitad del siglo pasado, en el estado de Tabasco comenzaron a enterrar los restos de personas de fueras que viajaban por la carretera y no eran reclamados, todos esos cuerpos iban a parar al panteón de Sabina. Desde su sepulto, apariciones fantasmales empezaron a ocurrir en la carretera donde todas esas personas habían fallecido.
En una ocasión, un trailero que viajaba a altas horas de la noche vio un hombre que le estaba haciendo la parada, a lo cual el trailero accedió. Después de una larga platica, el misterioso hombre se fue a dormir a la parte trasera del tráiler, al paso del tiempo, el trailero vio por el retrovisor que aquel hombre que dormía, ya no estaba dentro del tráiler, si no afuera parado en medio de la carretera, mientras desaparecía entre la neblina.
Y así como este trailero, muchas otras personas que pasan por la carretera durante la noche, son testigos de ver aquellas almas en pena haciendo la parada, lo que varía es el tipo de favores que ellos te piden, algunos piden un aventón rumbo a sus tierras de origen, aunque nunca logran llegar a su destino, pues desaparecen durante el camino, y otros de los fantasmas solo mandan mensajes a sus familias, informándoles lo que les sucedió y el cementerio donde reposan sus restos.
Atte. Edy Doo
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