El Día de los Muertos es una celebración mexicana milenaria, en un principio era distinto a lo que conocemos hoy, ya que antes no había influencia católica. En la antigüedad era una tradición que no recordaba a los muertos, sino que los ayudaba a llegar al Mictlán, la tierra de los muertos. Y aunque parezca que solo se trata de una tradición, existen historias que aseguran el misticismo de esta tradición va más allá de lo que conocemos.
Leyendas del Día de Muertos
El niño Efraín
Una noche de 1977, en la ciudad de Puebla, en pleno festejo del Día de los Muertos, una madre dejó a su hijo Efraín Huerta de 5 años solo en su casa mientras ella salía a ver las procesiones. Mientras veía a unas calaveras gigantescas que recorrían las calles, entre toda la gente que la jalaban, creyó identificar a alguien, un pequeño niño de unos 5 años: su hijo.
Aterrada de que se hubiera escapado de casa y pudiera lastimarse corrió a buscarlo, pero no lo pudo encontrar. Regresó a casa esperando encontrarlo de vuelta, y así fue, de hecho, estaba acostado y parecía estar igual que cuando lo dejó, solo que ahora el pequeño estaba sin vida.
Pancho Villa
Un caso que fue famoso a principios del siglo pasado fue el que vivió el mismísimo Pancho Villa, quién luego de haber atacado Columbus, se dispuso a festejar con sus soldados en pleno Día de los Muertos. Y se cuenta que después de la fiesta se fue a su habitación y que en el camino comenzó a escuchar voces que pedían piedad. Los ignoró y siguió su destino, para descubrir a sus guardias fallecidos dentro de su habitación. Inmediatamente atribuyó las voces, a los espíritus de los recientes difuntos…
Existen más casos que se le han atribuido a la conexión entre mundos que tiene lugar en el Día de los Muertos, por lo que es normal pensar que todo ese misticismo tal vez tiene algo de real.
Niños perdidos
En la Ciudad de México, el Día de Muertos que se festejó después del terremoto del 85 se cuenta que se vivió de una manera muy particular. Las autoridades suelen estar al pendiente por los niños extraviados, ya que la tradición de Halloween de salir a pedir dulces estaba arraigada.
Pero en aquella ocasión, se dice que aparte de los niños que andaban disfrazados hubo muchos otros que vagaban buscando a sus padres, portando ropa desgarrada y muy sucios, los cuales desaparecieron antes de que los pudieran identificar. Se cree que eran víctimas del terremoto que, gracias a la conexión del Día de los Muertos pudieron presentarse en nuestro mundo.
Existen más casos que se le han atribuido a la conexión entre mundos que tiene lugar en el Día de los Muertos, por lo que es normal pensar que todo ese misticismo tal vez tiene algo de real.
Array