Las pinturas pueden ser una gran pieza para decorar tu hogar, además, nos ayuda a percibir el mundo de una manera profunda y única. Sin embargo, no todas lo son, pues hay algunos cuadros famosos considerados malditos y peligrosos. Nadie los quiere en su colección, mucho menos, en su propia casa..
“Las manos le resisten”
Fue pintado por Bill Stoneham en 1972 y también se conoce como La pintura de eBay embrujada . Primero fue comprado por el actor John Marley. Algún tiempo después de su fallecimiento, la pintura fue encontrada en un local de una antigua cervecería por una pareja de ancianos californianos. Anunciaron el cuadro por Ebay en el año 2000. Según ellos, la pintura se encontraba embrujada, pues según sus declaraciones, los personajes del cuadro se movían durante la noche, además, que a veces se salían del retrato para entrar a su propia habitación.
Algunas personas afirmaron que el simple hecho de ver las fotos de la pintura les hacía sentirse mal o tener experiencias desagradables. Después de todo, la Perception Gallery de Grand Rapids, Michigan, lo vendió. Se pusieron en contacto con el propio Bill Stoneham para saber más sobre la historia detrás de la pintura. Dijo estar sorprendido por todas las historias y extrañas interpretaciones.
Pero lo interesante es que el pintor recuerda que tanto el dueño de la galería en la que se exhibió por primera vez el cuadro, como el crítico de arte que lo reseñó, perdieron la vida al año de entrar en contacto con el cuadro.
“El hombre angustiado”
Se dice que fue pintado por un hombre que tenía un trastorno mental. Usó su propios líquidos sanguíneos para crear parte de la pintura y cuando la terminó, se arrebató la vida. La pintura pertenece a la familia Robinson, quienes informaron que el cuadro emite ruidos y se queja por la noche.
“El cuadro de Lalaurie”
En 1997 Ricardo Pustanio pintó a Madame Delphine Lalaurie, muchos dicen que parece moverse a través del cuadro. También se dice que la obra suspira y se mueve dentro de la mansión de Nueva Orleans en la que se ubica.
“Cartas de amor”
Está ubicado en el Driskill Hotel. Cada vez que los visitantes se acercan a ella o intentan mirarla, afirman sentirse enfermos o mareados, mientras que otros aseguran haber levitado cuando intentaron cerrar los ojos después de ver a la niña en esta pintura.
“El retrato de la Bruja”
Perteneció a un español que aseguró que el cuadro lo seguía con la mirada. También se dice que por la noche apareció una silueta gris en el costado del cuadro que muchos creían que era Madame Delphine LaLaurie.
“El retrato de Bernardo de Gálvez”
El miedo al cuadro ha crecido tanto que los visitantes del Hotel Gálvez piden permiso al cuadro si pueden contemplarlo. Dicen que si no lo haces, la maldición que lo envuelve caerá sobre todos aquellos que lo hayan visto sin autorización.
“Los niños llorones”
Una obra de Bruno Amadio, también conocido como Giovanni Bragolin.
Éstas pinturas son realmente famosas porque se cree que están malditas, ya que se dice que todos estos niños fueron la ofrenda del pintor al diablo que hizo un pacto para que se le reconociera como artista.
También se sabe que caen terribles desgracias sobre todos los que se atreven a colgar uno de éstos en las paredes de su hogar, pues en 1985, un bombero de Essex afirmó que con frecuencia se encontraban copias intactas de las pinturas entre las ruinas de las casas incendiadas.
“La chica que se quitó la vida”
Según la leyenda popular, fue un autorretrato pintado por una joven japonesa llamada Sonee. Ella escaneó la imagen y la subió a la web antes de quitarse la vida.
Después de que se publicó en un foro coreano, muchos miembros del sitio afirmaron que la pintura estaba maldita. Pues algunos afirmaron que si mirabas sus ojos azules durante más de cinco minutos, te volverías loco. Otros dijeron que si lo miras el tiempo suficiente, el fantasma de la niña aparecería y te quitaría la vida. Otra versión dice que si miras a la chica, su boca se convertirá en una sonrisa malvada y sus ojos se oscurecerán.
¿Te atreverías a conservar uno de estos cuadros?
Array
