Una leyenda es una narración corta sobre sucesos sobrenaturales que al combinarse con elementos propios de la realidad, crea una composición inverosímil muy interesante que tiende a generar cierto impacto emocional a nivel cultural. Por lo general, este tipo de historias parten del folklore característico de una región específica, pero logran trascender gracias a la tradición oral que se transmite de generación en generación.
En México son muchas las leyendas escalofriantes que han sobrevivido a pesar del tiempo. Porque más allá del simbolismo o de la identidad nacional, cada historia esconde misterios y emociones indescriptibles que hasta el día de hoy, siguen emocionándonos como cuando éramos niños.
La Pascualita, Chihuahua
El 25 de marzo de 1930, Pascualita Esparza, la dueña de una tienda de vestidos de boda llamada “La Popular”, exhibió un singular maniquí en el escaparate del comercio.
Pronto, la Avenida Melchor Ocampo con la Calle Guadalupe Victoria se llenaría de los más curiosos e intrépidos clientes. El maniquí, que luego sería conocido como “La Pascualita” o “La Chonita”, supuestamente procedía de Francia y fue adquirido al margen de las celebridades de la Inmaculada Concepción.
Durante un tiempo, Chonita fue considerada un maniquí muy interesante y elegante en Chihuahua. Pero, de un día para otro, los clientes empezaron a notar como las expresiones faciales del maniquí empezaron a cambiar repentinamente, al igual que su cabello y su brillo característico.
La llegada del maniquí, pero sobretodo los gestos y el parecido, coincidían con los de la hija de Pascualita, quien meses atrás había fallecido el día de su boda al de ser picada por una alacrán que se ocultaba entre su tiara.
Tras esto, algunos aseguraron que la madre había embalsamado a su propia hija para no tener que desprenderse de ella. Desde entonces, los vecinos dejan flores y velas sobre los pies del maniquí con la esperanza de ver realizado cualquier milagro referente al amor y a la vida, mientras complementan la historia con otras anécdotas propias del realismo mágico.
Leyenda completa de “La Pascualita”
La monja de la Concepción, Ciudad de México
En el siglo XVI, los hermanos Ávila frecuentaban las calles de Argentina y Guatemala en el Centro Histórico de la Ciudad de México, en donde gozaban de buena posición socioeconómica y de una vida llena de excesos.
María, la más pequeña e ingenua de los hermanos, se enamoró perdidamente de un joven llamado Arrutia. Arrutia, quien era de origen humilde pero también ambicioso, terminaría envolviendo a María en una red de mentiras y manipulación.
Así, María acepta casarse con él en poco tiempo y promete hacer cualquier sacrificio que sea necesario. El plan de Arrutia era obvio: casarse con la joven y despojarle de sus bienes rápidamente.
Sin embargo, el mestizo era presumido. Se embriagaba en los bares de la ciudad y contaba a toda voz el plan que tenía para la ingenua María de Ávila. De esta manera, Alfonso de Ávila se entera del despiadado plan y le ofrece una gran suma de dinero al mestizo a cambio de dejar en paz a María para siempre.
Así, el despiadado Arrutia se fuga a Veracruz con el dinero y sin despedirse de la inocente María, deja atrás una historia llena de desdichas y penurias. María enferma de depresión y deambula por la gran casa de los Ávila de aquí para allá sin esperanza ni entendimiento.
Al verla en este estado, ambos hermanos mayores deciden ingresarla al Convento de la Concepción. De esta forma, María termina entregando su vida a la religión hasta que un día, presa del dolor, se cuelga desde un precipicio.
Desde entonces, muchos afirman haber visto el reflejo de la joven monja colgando. Fenómenos paranormales se han registrado en el convento desde hace décadas y las religiosas conviven con la extraña de ser observadas desde los rincones más oscuros del misterioso convento.
Leyenda completa de “La monja del Convento de la Concepción”
La Taconera, Coahuila
En el pasado, las tradiciones familiares mexicanas eran mucho más estrictas que en la actualidad. Las familias seguían reglas sociales sobre la crianza de los hijos, pero en especial, sobre las mujeres.
Una de esas reglas obligaba a una de las hijas de la familia a quedarse junto a los padres hasta el deceso de ambos. Ese el caso de “La Taconera”, una mujer de edad madura que aún vivía junto a su madre de 90 años de edad.
Si bien nunca tuvo un prometido conocido, se dice “La Taconera” recorría el cuadro urbano en vida para visitar a un hombre desconocido, con quién además sostenía un romance a escondidas.
La gente murmuraba y en medio de sosiego de la noche, cuando se amplificaba el sonido de sus pasos, solían decir entre ellos “Ahí va la taconera” y luego, entre risas y juicios, culpaban a la misteriosa mujer por abandonar a su madre a mitad de la noche.
Una de esas noches terminaría en llanto y remordimiento, pues “La Taconera” encontraría a su madre sin vida al regresar a casa. La culpa y la vergüenza se apoderaron de la mujer hasta dejarla en un estado de shock que no la dejaría vivir por más tiempo.
Meses después, la desahuciada mujer fallece en silencio y su historia termina convirtiéndose en una de las leyendas más conocidas de Coahuila. Los testimonios afirman que “La Taconera” sigue recorriendo las calles del Camposanto al poniente con su respectivo taconeo y su silueta perdiéndose entre las sombras.
Más de 70 años han pasado, pero aún hoy los vecinos de lo que son hoy las calles Juárez y Bravo aseguran escuchar el misterioso taconeo de la deprimente mujer.
Leyenda completa de “La Taconera”
El árbol del vampiro, Guadalajara
La historia se origina en la Guadalajara. Un hombre llamado Jorge llega de Europa y tiende a comportarse de manera extraña ante los ojos de los demás. Todas las noches salía vestido de negro y volvía a horas tardías sin emitir palabra o algún tipo de gesto. Cada vez que salía también aparecían animales sin vida de la nada, que de pronto, según la leyenda, se convertían en humanos de momento a otro.
Los pobladores asustados decidieron organizarse para encontrar respuestas, y fue así como cerca del Panteón de Belén escucharon gritos escalofriantes a mitad de la noche.
Era Don Jorge atacando a un hombre. Lo sujetaba de manera inhumana mientras mordía sin piedad su cuello. Una horda de personas despavoridas y llenas de rabia persiguen a Don Jorge masivamente, pero éste logra huir hasta perderse de vista.
Fue entonces cuando el sacerdote de Guadalajara decide ir a su hacienda para hacer un exorcismo. Con ayuda de algunos hombres de fe y luego de un intenso ritual que parecía no tener fin, alguien logra clavar una estaca en el pecho del vampiro hasta causarle la muerte.
Pero antes de su último suspiro, el vampiro jura vengarse de todos los pobladores del pueblo. Al morir, Don Jorge es enterrado en el Panteón de Belén y un extraño árbol crece inexplicablemente sobre su lápida hasta lograr partirla en dos.
La leyenda cuenta que cuando el árbol sea derrumbado o cuando las raíces logren romper la lápida por completo, Don Jorge regresará del más allá y llevará a cabo su venganza en la hermosa ciudad de Guadalajara.
Leyenda completa de “El árbol del vampiro”
La piedra negra, Zacatecas
La leyenda cuenta como Misael Galán y Gildardo Higinio salieron en busca búsqueda de un tesoro perdido en el estado de Zacatecas. Muchos días pasaron entre el municipio de Vetagrande y la capital de Zacatecas. Buscaron entre las minas, pero también terminaron adentrándose en una cueva desconocida en la que encontraron una piedra negra muy brillante.
Los dos amigos escarbaron hasta lograr sacarla de la tierra y acordaron romperla, repartirla en partes iguales y luego venderla para el beneficio económico de ambos.
Los rumores no tardaron en propagarse por el pueblo. La gente sabía que ambos muchachos estarían en busca de un tesoro, y al notar que los jóvenes simplemente no regresaban al cabo de unos cuantos días, decidieron ir a buscarlos a pesar de todo.
Fue así como un grupo de conocidos se adentraron también a la cueva entre Vetagrande y Zacatecas, pero sorpresa de todos, ambos amigos estaban sin vida y con numerosas heridas de riña.
Desconsolados y confundidos, los familiares de ambos velan a los jóvenes en el pueblo y la noticia empieza a tomar notoriedad en los alrededores. Al margen de ello, un familiar decide custodiar la piedra negra que uno de los difuntos sostenía en la mano.
Sin embargo, la persona a cargo del cuidado de la piedra empieza a perder la razón al cabo de unos días y termina arrebatándole la vida a su esposa, y a él mismo…
A partir de ahí, el misterio de la enigmática piedra negra termina siendo un tema de interés entre los pobladores.
De acuerdo con algunos lugares, la piedra negra terminó siendo resguardada en la catedral de Zacatecas. Muy cerca de la campana chica, el sonar de la campana funciona como señal de alerta ante presuntos merodeadores.
La piedra sigue siendo un misterio propio de un sacrilegio. A oscuras, el hermoso brillo del cuarzo penetra tu alma y retuerce tu mente hasta convertirte en un desconocido posesivo, hambriento de poder y euforia.
¿Cual es tu leyenda favorita?
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