Los fantasmas tailandeses más conocidos tienen algo en común: provienen de épocas remotas y son adorados y temidos por su cultura. La época de mayor auge fue la de Ayutthaya (Siglos XIV y XVIII) cuando las pequeñas tribus empezaron a identificar y a clasificar a los espíritus buenos (trep) de los malignos (phii).
Siendo mayor el número de fantasmas demoníacos (40 tipos aproximadamente) dicen que cada uno tiene un vínculo especial con quienes pueden observar y contactar con ellos.
A continuación, hablaremos de los 3 fantasmas tailandeses más conocidos.
Mae Nak
Durante el reinado del rey Mongkut existió Mae Nak. Una hermosa dama que habitaba en el canal Phra Khanong en Bangkok con su esposo Mak. La historia comienza cuando Nak queda embarazada y Mak tiene que cumplir sus obligaciones con el ejército.
Las cosas empeoran cuando Nak y el bebé mueren durante el parte y Mak, al no aceptar la muerte de ambos, queda preso en un hechizo que le permite seguir conviviendo con su esposa e hijo.
Los vecinos, aturdidos y confundidos, tratan de explicarle a Mak que lo que ve son en realidad fantasmas. Pero Mak hace caso omiso y se aferra a la ilusión de seguir viviendo con su esposa.
Pero un día, cuando el fantasma de Nak finge preparar nam phrik, un limón cae al suelo y ella, en su prisa por recuperarlo, extiende el brazo de manera sobrenatural y toma el limón sin saber que Mak estaba presente.
Aterrado, Mak se da cuenta de que Nak es un fantasma y decide escapar de la ilusión sin alarmarla. Así que esa noche huye hacia las profundidades del bosque sin pronunciar palabra ni hacer ruido.
Pero Nak se da cuenta y lo persigue. Mak se da cuenta y se oculta detrás de un arbusto Blumea balsamifera que, según la tradición, los fantasmas no pueden tocar. Aprovechando la confusión de Nak, Mak corre hacia el templo Wat Mahabut y allí se refugia por tiempo indefinido.
Nak, furiosa y triste, decide volver al pueblo para atemorizar a la población y obligarles a entregar a Mak cuanto antes. Pero el fantasma es capturado por un poderoso exorcista al confinarla en una vasija de barro y arrojarla al canal.
Sin embargo, dicen que la vasija fue encontrada años más tarde y tras abrirla, el alma de Nak volvió al plano terrenal en busca de Mak por todo Bangkok, convirtiéndose en uno de los fantasmas tailandeses más atemorizantes de su cultura.
Phi Pop
Cuenta que hace muchos años, un noble aficionado a la magia aprendió a manipular su espíritu para pasar de un cuerpo a otro. De esta manera, el joven brujo se divertía poseyendo cuerpos de animales y criaturas misteriosas, mientras su propio cuerpo yacía como un capullo de mariposa.
Pero el noble era confiado y como no medía el peligro, dejó de vigilar su cuerpo y continuó practicando su magia al aire libre sin ningún tipo de seguridad.
Fue entonces cuando su siervo (sirviente), se dio cuenta de la situación y observándolo, aprendió de su magia. De momento a otro, el siervo pudo trasladar su esencia al cuerpo de su amo tomando su vida y apoderándose por completo de él.
Por eso, cuando el joven noble vio su cuerpo ocupado por el alma de otro, entró en pánico, tomó el cuerpo de un ave y, perplejo, voló a buscar a su esposa para pedirle ayuda.
Al encontrarla, el noble le explicó la situación a la dama y ésta, sin pensarlo, corrió hacia el cuerpo del sirviente para destrozarlo por completo. Acto seguido, el siervo encuentra la escena y preso en ira, se hace pasar por su amo delante de la mujer.
Sin embargo, la dama le tiende una trampa y le pide que tome el cuerpo de cualquier otro ser viviente sólo para comprobar si se trata de su esposo. El siervo cae en la trampa y posee el cuerpo de otro animal. Acción que el noble aprovecha para regresar a su cuerpo original, recuperándolo.
Fue así como el sirviente se convirtió en Phi Pop. Un espíritu frustrado que posee el cuerpo de sus víctimas al no poseer cuerpo propio. Desde entonces, se practican rituales y exorcismos para expulsar a Phi Pop de los cuerpos poseídos por la entidad.
Pret
Entre los fantasmas más conocidos y temidos de Tailandia, se encuentra Pret. Una entidad maligna extraordinariamente alta y delgada. De boca pequeña y cuencas negras en vez de ojos.
Aparece ante situaciones de avaricia y egoísmo para alimentarse de la energía de quienes inician dichas situaciones de conflicto. Siempre está hambriento y es capaz de devorar la consciencia de sus víctimas, volviéndolos locos.
Otros dicen que su boca es pequeña como castigo por contestar a sus padres. Pret aparece a menudo rogando perdón y buscando energía con la cual alimentarse. Por ello, el sur de Tailandia le teme y tiende a celebrar rituales en honor a Pret para mantenerlo al margen.
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