La Santa Muerte o también nombrada “La Niña Blanca”, es una figura popular de adoración mexicana, que trata sobre la imagen de una calavera que representa la muerte en todos sus sentidos.
Muchas personas la adoran y forman parte de su culto para rezarle y venerarla al igual que a un santo, sin embargo, también hay quienes le temen, pues se creé que su ser está vinculado con el mismísimo demonio y traerá desgracia a todos aquellos que no le cumplan.
Las personas le piden favores a cambio de promesas personales u ofrendas. Sus peticiones son concedidas siempre y cuando cumplan con su parte, ya que si se hace lo contrario, se piensa que podrían presentarse terribles consecuencias como la de descargar su furia contra un ser querido…
Independientemente de los rumores de la gente, según los devotos de La Niña Blanca, ella no tiene ninguna relación con el diablo, pues la realidad es que es un ser espiritual y divino, enviado por Dios hacia el plano intermedio para guiar a todas aquellas almas hacia arriba o abajo, dependiendo el comportamiento que hayan tenido en vida.
La verdad es que su imagen esquelética, aunque suele ser tenebrosa, no tiene nada que ver con la maldad, sino con una clara representación simbólica de que todos los seres humanos somos parte de la muerte; su cuerpo esquelético representa la semejanza de todos al abandonar la vida, sus ojos rojos simbolizan la parte sanguínea que une a todos los seres humanos, y por último, su guadaña que significa la igualdad de todos los seres vivientes ante el creador.
Por lo general, en la mayoría de las imágenes, la Muerte lleva puesta una túnica negra que cubre desde la cabeza hasta los pies, pero sin importar la vestimenta, en muchas partes de México los seguidores de la Santa Muerte la visten con diferentes atuendos coloridos que llevan a cabo un significado especial según sus peticiones.
Por ejemplo; La túnica blanca se le pone para pedir por la purificación de los hogares, la dorada para pedir prosperidad y dinero, la roja para el amor, la azul se le pone para pedir que les vaya bien en el ámbito académico o laboral, la verde para la justicia y solucionar problemas legales, la amarilla para pedir ayuda en exámenes, y la negra para la protección y alejamiento de cualquier mal.
Además de la ropa, sus seguidores suelen colocarle joyas como: anillos, brazaletes y collares.
Un elemento fundamental son los altares; éstos deben de llevar veladoras encendidas, ya que su luz permite que la Santa Muerte vigile y proteja de día y de noche el hogar, negocio, persona o familiar. También es indispensable colocar un vaso de cristal con agua hasta el borde como símbolo de la vida, fertilidad y pureza.
De la misma forma colocan pan que significa la abundancia del alimento, para que nunca falte un platillo de comida en la mesa y fruta para dotar de energías a la Santa Muerte por el hecho de ser un componente natural.
También suelen colocarle cigarros prendidos, un vaso de alcohol para que beba, dinero, incienso y fragancia para agradar el ambiente de la divina.
La Santa Muerte reúne distintos elementos de las culturas prehispánicas, por decir, los mexicas creían que al dejar el plano terrenal, su alma despertaba en Mictlán “El reino de los difuntos” y eran recibidos por Mictlantecuhtli, el encargado de anunciar el final de sus pesares.
De igual manera los mayas tenían a Yum Kimil, a quien también se le conoce como Ah Puch, el rey del inframundo maya.
Estos dos dioses al igual que La Niña Blanca, son representados en forma de calaveras como símbolo de la muerte.
Sin embargo, las creencias de los prehispánicos se fueron perdiendo, ya que con la llegada de los españoles, inculcaron sus nuevas costumbres y creencias religiosas como el catolicismo, hasta que, Mictlantecuhtli, Yum Kimil, y todos los dioses de las culturas antiguas fueron perdiéndose con el paso del tiempo. Solo algunos pocos mantuvieron sus creencias en secreto, ya que los europeos prohibieron las antiguas costumbres, ya que creían que eran malas.
Esto hizo un choque de creencias que a la larga se fueron dando nuevas religiones, sin embargo en México, la veneración como tal a La Santa Muerte nació en Veracruz. Cuando a mediados del siglo diecinueve, un chamán aseguró haber tenido un sueño donde se le presentó La Santa Muerte y le mando divulgar su culto por todo el mundo.
Ahora en la actualidad existen varios templos que son dedicados a La Niña Blanca. Uno de los más conocidos y visitados se encuentra en el barrio Tepito en la calle Alfarería, Ciudad de México, donde muchos creyentes acuden diariamente para rezarle, agradecerle, pedirle o darle ofrendas.
En diversos lugares se puede apreciar la forma en la que se le celebra, especialmente el 1 y 2 de noviembre, que son los días más importantes para celebrarla a lo grande, ya que como todos los mexicanos sabemos, celebramos a nuestros difuntos que están en el otro lado acompañados de la Santísima Muerte….
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