Desde la niñez nuestros padres nos han contado que el hada de los dientes es la encargada de dejarnos dinero por debajo de la almohada a cambio de un diente de leche. Esta es la hermosa fábula que todo niño conocimos, sin embargo, si te dijeran que existe una perturbadora historia que relaciona a este ser mágico como una criatura de oscuridad, ¿lo creerías?…
La leyenda del hada de los dientes nos cuenta la historia de un niño originario de un pueblo Mexicano. Su abuelita, al ser una mujer de muy avanzada edad sus días estaban contados para partir, entonces decidió confesarle a su pequeño nieto la verdadera historia del hada de los dientes que llevaba cargando durante varios años.
Le contó que cuando él era muy pequeñito, cosas extrañas sucedían en el pueblo cada vez que un niño perdía sus primeros dientes de leche, ya que si los padres no cuidaban bien de sus hijos ellos terminaban desapareciendo. Obviamente, el niño no entendía de lo que hablaba su abuela, pero fue entonces que le contó un anécdota escalofriante que ella y su familia tristemente vivieron…
En una ocasión, había llegado una mujer extraña al pueblo para venderles todo tipo de dulces a los niños; gomitas, algodones de azúcar, pastillas, caramelos de colores, chicles, etc. Nadie de los habitantes la conocía o sabían de donde era, y cada vez que alguien le preguntaba ella parecía evadir la respuesta. También era difícil verle su rostro, ya que siempre llevaba un sombrero con una especie de velo y cuando alguien intentaba verla directo, ella agachaba la mirada.
Los niños hacían inmensas filas después de la escuela para comprarles dulces a la mujer, parecían ser adictivos. Incluso la abuela le admitió a su nieto que ella también hacía fila con tal de conseguirle dulces a él cuando era pequeño.
Según la abuela después de unas semanas de la llegada de la mujer, comenzaron a desaparecer niños. Varios de ellos antes de perderse, enfermaban muy extrañamente; se llenaban de granos, fiebre, vómito y dolores de encías. Además perdían la mayoría de sus dientes y lo espeluznante es que al revisarlos, sus boquitas tenían gusanos que literalmente se comían las encías de todos ellos.
El niño al escuchar todo esto se sorprendió pero seguía sin entender cuál era el motivo de esa charla, hasta que su abuela le dijo que él no había sido hijo único, pues el había tenido una hermana y que ella había tenido los mismos síntomas mencionados que estaban padeciendo la mayoría de los niños.
Una noche mientras todos dormían, la pequeña despertó a todos gritando aterrada, pues su almohada estaba cubierta por todos sus dientes, su madre estaba preocupada y más al ver la cara de desesperación de la niña al decir que también había visto a una mujer observándola desde la ventana de su cuarto.
De pronto, el hermano pequeño (el mismo niño) pegó un fuerte grito que alertó a los padres y a la abuela a correr hacia el cuarto del pequeño, y lo que encontraron fue algo que los dejó completamente paralizados. Había una mujer con aspecto espeluznante; de largas extremidades, ojos como de serpiente y manos huesudas, sosteniendo con una mano la cabeza del niño y con su lengua verde y larga le estaba succionando las encías para quitarle los dientes.
La extraña criatura no tenía dientes, y su rostro era familiar al de la vendedora de dulces, solo que sin el velo que la cubría, también llevaba un costal lleno de dientes, aparentemente los había recolectado de sus víctimas anteriores.
Los padres y la abuela reaccionaron al ver la aterradora escena lanzándose hacia la mujer para salvar al pequeño de sus garras, pero antes ella logró huir saliendo por la ventana del cuarto. Los padres sostenían al niño muy angustiados, gracias a Dios el niño sobrevivió a lo que pudo haber sido un destino cruel, sin embargo su hermana no corrió con la misma suerte…
Los padres y la abuela al recordar a la niña corrieron hacia el cuarto donde ella dormía, pero al llegar había sido muy tarde, la niña había desaparecido sin dejar algún rastro o evidencia de lo sucedido. Tampoco se volvió a saber de la vendedora de dulces al ser descubierta por la familia.
Esta historia le fue revelado al niño hace tiempo y fue la única manera en la que su abuelita pudo descansar en paz. Ahora ese niño es un adulto, tiene su propia familia y un pequeño hijo que de hecho esta en la etapa de mudar sus primeros dientecitos de leche, y aunque no sabe si la historia que le contó su abuela era real, no puede evitar sentir terror al escuchar a su esposa hablarle a su hijo del hada de los dientes, pues él conoce su verdadero origen…
¿Y tú conocías la oscura leyenda del hada de los dientes?
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