Existen algunos objetos en el mundo que se cree que están embrujados o maldecidos, pero la peor parte es que algunos de ellos, han sido robados. Según los que se llevaron estos objetos, experimentaron mala suerte y desgracias, lo único bueno después de eso, es que lamentaron sus acciones…
El espejo de la casa Myrtles
Es bien sabido que la plantación de Myrtles ubicada en Francisville, Louisiana, es una de las casas más embrujadas del mundo. Se dice que una sirvienta llamada Chloe envenenó mediante un pastel a Sara Woodruff, la señora de la plantación, y a sus dos hijas.
Se cree que Woodruff y las dos niñas están atrapadas dentro del espejo. Los visitantes que entran a ver la casa aseguran haber visto huellas de manos en él y figuras con ropa pasada de moda arrastrándose dentro del espejo.
Estatua de las mujeres de Lemb
Es un objeto misterioso tallado en piedra caliza de algún lugar alrededor del año 3500 a. C. y descubierto en Lemb, Cyrus en 1878. Nadie sabe qué es exactamente el objeto, pero se cree que perteneció a cuatro familias diferentes, las cuales fallecieron unos años después de recibirlo.
Los dos últimos hijos supervivientes de la última familia decidieron que sería mejor para ellos donar la estatua al Museo Real de Escocia en Edimburgo, Escocia, pero el encargado del museo que se ocupaba de la escultura falleció un año después de eso.
Las bolas de Balista
En 1989, estas bolas se encontraron junto a lo que parecían ser los restos de una balista, era un arma similar a la ballesta pero a mayor escala que aventaba flechas o piedras. Años más tarde, en 1995, alguien robó una munición del artefacto de guerra romano pero nadie se dio cuenta.
En 2015, varias bolas de piedra que coincidían con las encontradas en las excavaciones de 1989 aparecieron en el patio de un museo en Israel con una nota, que supuestamente fue escrita por el ladrón. En la nota, afirmó que luego de robar las bolas de balista había experimentado una profunda mala suerte y las creía malditas, pues tenía un próspero negocio que terminó repentinamente, su familia lo abandonó y casi termina en bancarrota.
Artefactos Pompeyanos
Pompeya era una ciudad de la Antigua Roma que fue destruida por una erupción en el 79 d.C.
Según empleados de la zona, hay constantes informes de saqueos todos los años, y la razón por la que muchos creen que hay una maldición es porque la Superintendencia Arqueológica de Pompeya recibe alrededor de 100 paquetes al año de piezas presuntamente robadas de la ciudad. La mayoría van acompañadas de cartas explicativas sobre la mala suerte que sufren sus dueños.
El anillo de Senicianus
Fue descubierto en 1785 por un agricultor que araba la tierra, a unas pocas millas de Silchester en Hampshire. Está hecho de oro y tiene la inscripción en latín “Seniciane vivas in Deum”.
Tiempo después, el anillo pasó a manos de arqueólogos británicos. En 1929, un erudito que estaba haciendo un inventario de los artefactos bajo su cargo, encontró algunos detalles curiosos y siniestros que relacionaban el anillo con los hallazgos de una excavación arqueológica que se llevó a cabo a principios del siglo XX, a solo 80 millas de donde estaba el anillo, fue encontrado, en un lugar llamado Lydney.
En el sitio, los arqueólogos encontraron una tableta en la que un romano llamado Silviano le dijo a Nodens, el dios celta de la curación y la caza, que su anillo había sido robado. Sabía quién había sido y le pidió al dios que hiciera justicia. La maldición inscrita decía: “Que el que lleva el nombre de Senicianus no tenga salud hasta que lleve el anillo al templo de Nodens”.
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