Villisca es un pequeño pero muy bello pueblo ubicado en el estado de Iowa, Estados Unidos, su nombre significa “vista agradable”, sin embargo en este alejado y solitario lugar hay una casa que atemoriza a todos sus habitantes, pues su horrible pasado la coloca en una de las casas más embrujadas de Norteamérica.
Todo comenzó aquel día de junio de 1912 con la familia Moore, conformada por Josiah (43 años) y Sarah (38 años), sus 4 hijos Herman (11 años), Katherine (10 años), Boyd (7 años) y Paul (5 años). Ese día se celebraba un evento coordinado por Sarah en la iglesia, al acabar invitaron a 2 amiguitas de Katherine a dormir a su casa, las hermanas Stillinger, Lena (12 años) e Ina (8 años).
Después de un alegre día, la felicidad del pueblo se apagaría al pasar la madrugada… pues un terrible episodio estaba por suceder…
Mientras todos dormían, un hombre entró a la casa, donde primeramente se dirigió a la habitación del matrimonio, y les arrebató la vida con una hacha en la cabeza, después se dirigió a la habitación donde los 4 hermanos dormían y les quitó la vida de la misma manera, para por último ir al cuarto de las hermanas invitadas, a quienes también las asesinó con el hacha, sin embargo por las evidencias se sabe que Lena fue la única de las víctimas en defenderse, pues tenía una herida defensiva, además que fue la única en sufrir abuso, pues su ropa estaba removida.
Curiosamente el asesino cubrió todos los espejos de la casa, como si no quisiera ver su reflejo…
Al siguiente día los habitantes del pueblo se enteraron, y su paz se acabaría para siempre, pues nunca supieron quien realmente apagó la vida de esas 8 personas, y una guerra de acusaciones ocurrió entre los vecinos, pues se pensaba que era uno de sus habitantes quien cometió el brutal acto.
No solo esta sangrienta tragedia opacó el brillo del pueblo, pues en la casa del crimen, se abrió un portal, el cual permite a los difuntos estar en nuestro mundo, aunque ya no pertenezcan a él…
En el día se puede sentir mala vibra que emana de la casa, pero por las noches, pareciera que las víctimas cobraran vida otra vez, pues se escuchan los llantos de las niñas, de vez en cuando risas también, las objetos son movidos por si solos, personas que habitaron la casa después de la tragedia, tuvieron que abandonarla, pues al padre de familia, algo lo inducía a dañarse así mismo con un cuchillo.
Actualmente la casa ha sido convertida en un homenaje a las víctimas y la casa fue remodelada para que luzca exactamente igual que a principios del siglo pasado, cuando la familia Moore y sus invitadas murieron salvajemente.
Atte. Edy Doo
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